"El Compadre" Silverio.
Por Antonio Casanueva
Silverio Pérez conocido por todos con el apelativo cariñoso de "El Compadre" debido a su propia expresión , ha sido sin duda un torero peculiar que logró el estrellato y la gloria, tal vez sin pretenderlo, quien se decidiera a ser torero por motivos distintos a cuantos lo han sido; pues cuando se encontraba en las bodegas de las aduanas veracruzanas a donde tuvo que viajar para recoger el cuerpo de su hermano, también torero, muerto en España el 18 de octubre de 1931 a consecuencias de las graves cornadas sufridas tiempo atrás en México por el toro "Michín" de San Diego de los Padres, se decidió ser torero y con tal pasión que lo logró y un gran torero.
Silverio, nacido en Texcoco, Mex el 20 de noviembre de 1915, debutó en Puebla, cuando manejando un camión que transportaba los novillos, hubo de substituir a alguien que no apareció para tomar parte en la novillada de aficionados el 8 de mayo de 1932 y merced al éxito obtenido se presentó formalmente como novillero dos semanas mas tarde en El Toreo capitalino.
Apoyado siempre por Fermín Espinosa "Armillita Chico" a quien acompañó en su viaje a España, debutó en Tetuán de Las Victorias el 1o. de mayo de 1935 alternando irónicamente y por coincidencia con "Manolete" a quien años mas tarde le confirmaría su alternativa en la capital mexicana. Se presenta en Madrid el 26 de septiembre del mismo año. Alcanzó a torear 16 novilladas antes de su regreso a México.
Tambien en Puebla, tomó la alternativa el 6 de noviembre de 1938 siendo el padrino Armillita Chico, y testigo Paco Gorraez con corrida de toros de La Punta, para confirmarla el 11 de diciembre del mismo año, en la plaza El Toreo Capitalina igualmente de manos de "Armillita" quien le cedió al toro "Vigía" de La Laguna, siendo testigo Fermín Rivera. Sin duda estos primeros años de su carrera como matador, fueron difíciles, intentando alcanzar el triunfo viajó, inclusive a Portugal. Obtiene su primer
triunfo memorable en la plaza capitalina, al torear mano a mano con su compañero y protector de siempre; Fermín Espinosa “Armillita Chico” y realizar gran faena al toro "Pispireto" de la Punta el 7 de abril de 1940 reafirmándolo ocho días mas tarde en la misma plaza, con su faena al toro "Modelo" de Coaxamaluca.
Al año siguiente realizó otra gran faena al toro "Pescador" de Piedras Negras y mas adelante el 9 de febrero de 1941 a "Guitarrista" de San Mateo, alternando mano a mano con el regiomontano Lorenzo Garza, torero combativo que levantaba la pasión dentro y fuera de los tendidos. Si bien es cierto que por permanecer a lo largo de su carrera, al lado de Armillita Chico, su gran amigo, padrino de alternativa y confirmación y hasta benefactor en ocasiones, tuvo ciertas dificultades con los ganaderos zacatecanos de San Mateo y Torrecillas. esta faena a "Guitarrista" de San Mateo así como la de "Cantaclaro" de Torrecillas que mencionaremos mas adelante, son muestras palpables, que este torero no tuvo partidarismo en contra de nadie y mas bien fueron circunstancias ajenas al torero, las que crearon esa enemistad con los señores Llaguno.
Mas adelante, el 31 de enero de 1943, en una inolvidable tarde en la historia taurina de nuestro país, fecha en que tomó la alternativa del leonés Antonio Velázquez y de presentación en la plaza capitalina de la ganadería de Pastejé, la que había sido formada por Antonio Algara empresario y poderoso hombre de negocios taurinos. Silverio y Armillita Chico se llenaron de gloria al inmortalizar respectivamente a "Tanguito" y "Clarinero" en lo que debió haber sido la tarde mas importante de la vida de Silverio y si me apuran mucho de la fiesta de toros en este país.
Al respecto, dice el popular "Joven" Heriberto Murrieta en su libro dedicado a nuestro personaje, dice : "Fermín una faena de antología con "Clarinero", mientras que Silverio vestido de marfil con bordados de pasamanería negra, alcanzó la cumbre del arte taurino con "Tanguito", un toro bravísimo que, de tanto humillar, clavó los pitones en la arena y dio dos espectaculares maromas.....¡Un faenón de locura para cortar la oreja y el rabo del quinto de la tarde!" . Y con ella, la consagración.
A partir de esa tarde, Silverio, disfrutó realmente las mieles las mieles del éxito, que dio al torero mucho mas confianza y seguridad en su desempeño profesional y artístico. Al año siguiente; el domingo 9 de enero de 1944 realizó lo que para nuestro personaje, fue la mejor faena de su vida a "Cirilo" de Matancillas, la que estropeó con la espada y tuvo que conformarse con dos sentidas vueltas al ruedo . Y decimos sentidas, porque así lo fueron ya que la comunicación entre Silverio y su público, siempre prevaleció el sentimiento. En contraste, unos días mas tarde el 13 de febrero, "Zapatero" de la Punta, le infirió la mas grave cornada de su vida, una herida de 22 centímetros y tres trayectorias en la región inginal, una de las cuales llegó a la fosa iliaca, tardando en recuperarse y ser autorizado para salir del hospital mas de veinte días.
El mundo empezaba a cambiar, ese año se lograron reestablecer las relaciones Hispano-mexicanas y los toreros de ambos países pudieron torear libremente en donde se les contratara y por supuesto vino Manolete, el gran ídolo de España. Silverio Pérez le confirmó la alternativa en El Toreo el 9 de diciembre de 1944, cediéndole el toro "Gitano" de Torrecillas al que el llamado "Monstruo cordobés" le cortó la oreja y rabo, obligando a Silverio a responder cortando idénticos trofeos a "Cantaclaro". Como si todo lo previamente narrado hubiera sido poco a lo largo de su vida, coronó su carrera cortando el primer rabo otorgado en la recientemente inaugurada Plaza Monumental México al toro "Barba Azul" igualmente de Torrecillas en la segunda corrida de esa plaza el 16 de febrero, tarde en que, por cierto, actuaron Manolete y Silverio Perez mano a mano.
Permítanme transcribir para ustedes a continuación tan solo dos párrafos de la crónica del periodista Carlos Septién llamado taurinamente
"El drama se fue acercando en preludios de voces lejanas, en música remota. Poco a poco Silverio se fue acercando mas y mas a los pitones; poco a poco los muletazos fueron siendo de mas hondura. En el centro de un pase orteguista el toro prendió al texcocano, lo levantó en el aire, lo corneó en el suelo. Con el rostro sangrante se levantó para continuar el trazo de su drama.
"Dos derechazos por alto, señidos y largos. Cuatro derechazos por abajo y el pase de la firma -firma de emperador del lago-. Un remate a la serie tomado del pitón. Un pinchazo que escupió el toro. Y luego, en la zona de tablas, tres derechazos profundos, rematados con el pase de la firma. Y media estocada arriba que partió la herradura...."
Silverio Pérez permaneció en activo, disminuyendo poco a poco su actividad profesional hasta que el 1o. de marzo de 1953 en que se despidió definitivamente de los ruedos, actuando por última vez en la plaza México, regalando el toro "Malagueño" de San Diego de los Padres al que le cortó una oreja y Armillita Chico, le desprendió el añadido. Mas adelante, incursionó en actividades políticas fue Síndico en su amado Pentecostés, Presidente Municipal, llegando al punto de ser precandidato a la gobernatura de su Estado. Este lunes 2 de Septiembre, se han cumplido dos años de su fallecimiento Descanse en paz.
Antonio Casanueva