Eloy Cavazos Ramírez
¿Viene Eloy Cavazos a la México?
Francisco Lazo
AMIGOS, no hace mucho decíamos a ustedes que resultaría incongruente que Eloy Cavazos Ramírez no se despidiera de la afición capitalina ahora que está en su campaña del adiós definitivo de los ruedos. Y señalábamos también la posibilidad de que pudiera actuar en la Monumental Plaza México durante la próxima temporada grande, para despedirse de la afición que tanto le ha respaldado impulsándole en sus actuaciones en la capital del país.
Ahora vuelve a surgir esa probabilidad para el mes de noviembre, cuando se inicie el serial invernal en nuestra Plaza Mayor en la que Eloy tiene escrito un historial realmente extraordinario y en donde ha cortado hasta el momento ocho rabos, cifra en la que sólo su coterráneo Manolo Martínez Ancira le supera con dos más, es decir quien cortó diez de los ambicionados trofeos.
De corroborarse la versión, la campaña tendría otro gran atractivo, pero vamos a esperar primero a que se confirme si Eloy vuelve a la Gran México a despedirse donde tiene gran número de seguidores.
Lejos parecen aquellas épocas en las que Manolo, Eloy y Curro Rivera abarrotaban de aficionados y públicos los tendidos del magno escenario capitalino con su poder de convocatoria y la pasión que producían con su toreo de arte.
Eloy es el único que queda de aquel triunvirato, activo todavía para hacernos recordar tiempos pasados cuando la competencia en el ruedo era cerrada y participaban alrededor de esos tres otros toreros que aunque no desmerecían aún no alcanzaban el rango de Manolo, Eloy y Curro. Las concurrencias, que por entonces eran masivas, llenaban las plazas que parecían reventar de entusiasmo al conjuro de los astros ya fuera que actuaran juntos o por separado.
Eloy, de 58 años de edad, que supervive a aquellas tardes de pasión y entusiasmo, está pues por despedirse de los ruedos y trae no sólo evocaciones sino también la exaltación que producía verle actuar en la arena. Y uno se pregunta, cuál será el sentimiento de Eloy al recordar sus enfrentamientos con sus más tenaces rivales, lo que sería volver a vivir la emoción. Pocas veces se les vio juntos que no fuera en la plaza, pues eran de carácter distinto y sólo les identificaba el placer que les causaba torear. Se fueron, pues, Manolo y Curro a rendir cuentas de su paso por este mundo y quedó Eloy enfundado todavía en su terno y aún viste de luces y se acerca a su despedida cómo matador de toros en activo.
Sus particularidades son harto conocidas y aplaudidas y es todavía sorprendente que a sus 42 años de alternativa, que cumplirá en agosto venidero, siga llenando plazas de público que con su aplauso ha prolongado su vida profesional sin disminuir, sin marchitar la frescura de su toreo siempre alegre. Una tarde en la que cortó orejas y rabo, le preguntamos que de qué se sonreía cuando salía de la plaza y esperábamos que nos dijera que porque se sentía feliz por haber triunfado y Eloy respondió bromista como siempre, "me río, pues me voy a quitar este traje que me tiene prisionero". Largo, pues, ha sido su "cautiverio", su arraigo al toreo y el estímulo que le dan los aplausos le hacen cortar más orejas y seguramente es uno de los que más distinciones han conquistado en el devenir de la fiesta.
Y hablando de triunviratos recordemos alguno de ellos famosos en nuestro toreo que también han marcado el paso triunfal de una época a otra, todos dados en el siglo XX: en los primeros años del 1900 se conjuntaron D. Rodolfo Gaona Jiménez, Juan Silveti Magnon y Vicente Segura Martínez; el segundo lo integraron en lo que fue la Época de Oro del Toreo Mexicano, Fermín Espinosa Saucedo "Armillita Chico", Luis Castro Sandoval "El Soldado" y Lorenzo Garza Arrambide y deben agregarse nombres de toreros célebres de la época y de siempre Silverio Pérez Gutiérrez, Carlos Ruiz Camino Arruza "Carlos Arruza" y no se puede dejar de señalar a Alberto Balderas Reyes, muerto por las astas de un toro, Jesús Solórzano Dávalos, etc.; luego vendría la renovación con los tres mosqueteros Manuel Capetillo Villaseñor, Rafael Rodríguez Domínguez, Jesús Córdoba Ramírez y Paco Ortiz Hernández, quien fue el "D´Artagnan" de aquel grupo y posteriormente los mencionados líneas arriba, Manolo, Eloy y Curro y la última tercia la formaron David Silveti Barry, Miguel Espinosa Menéndez "Armillita" y Jorge Gutiérrez Argüelles.
Y la lista que se prolonga hasta los años dos mil registra también toreros muy destacados.
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