QUE VIVA LA FIESTA BRAVA! POR: óscar mejía

lunes, 19 de mayo de 2008

herradero en Coyotepec...


En la hacienda ganadera de bravo, "Coyotepec" don Ángel López Lima realizó su primer herradero de primavera el domingo.



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Triste novillada


Momento exacto en que el toro hunde su pitón en la mano del "Espartano".
Foto: Jorge Barrera / ESTO

19 de mayo

inaugural en la México

Miguel Ángel García / ESTO

EL primer festejo de la temporada novilleril en la plaza México, ha resultado aburrido, prácticamente sin nada que resaltar por parte de los toreros que actuaron. En una sola palabra, fue anodino. Sin embargo, el único triunfador de la tarde y el que hizo escuchar la única ovación del día, fue el subalterno Rubén Ávila, quien dejó un magnifico par de banderillas en el quinto toro, por lo que la afición lo llamó a los tercios del ruedo para aplaudir con fuerza su gran desempeño con las banderillas.

Por su parte, los novilleros Luis Manuel Pérez "El Canelo", Miguel Ángel Roldán y Jorge Zamora "El Espartano" navegaron en el ruedo sin una propuesta clara, lamentablemente salieron sin nada que ofrecer. Y que no vaya a ser pretexto el ganado, puesto que el encierro de Vicencio se dejó meter mano sin mayor problema; si bien no tuvieron la bravura y fuerza soñada, tampoco era para que todos se fueran con las orejas al destazadero, ya que hubo dos novillos que, hasta cierto punto, exhibieron el verdor de sus lidiadores y al sexto, durante su arrastre, algunas personas le aplaudieron. De cualquier forma los espadas estaban obligados a triunfar, así lo exige el escenario de la capital; la México no es para ver "qué pasa", sino para triunfar y crear interés en la gente. Habrá que ser más escrupulosos en la selección de novilleros, puesto que no bastan únicamente los deseos de triunfar.

DETALLES

Era de esperarse que la entrada estaría pobre, ya que al cartel inaugural le faltó más atractivo y de seguir los toreros en su letargo, la gente irá a menos. Nuevamente la banda de música puso color y sentimiento a sus notas musicales y el público le pagó con fuertes aplausos. Típico de la época, hubo llovizna en algunos momentos del festejo, lo cual no interesó a la afición, que estaba ávida de corear fuerte a los toreros, cosa que no sucedió.

NI MALO NI BUENO

Se lidió ganado de Vicencio, con nuevo propietario, don Julio Enrique García Mena, y aunque el ganadero está trabajando en el refresco de la ganadería, regresando a la línea original de la dehesa, Mimiahuapam, lo que ayer lidió fue aún del encaste del antiguo propietario. En primera instancia, el novillo que abrió plaza fue de Sergio Rojas, muy pequeño, ya que un astado de Vicencio se lastimó y tuvo que ser sustituido.

El ganado fue propicio para los novilleros, hablando de presencia y hechuras; para los picadores sobresalieron el tercero, que pegó un tumbo y el sexto, que recargó con fuerza. Los demás cumplieron. Para las muletas todos se dejaron meter mano sin mayor problema; digamos que eran adecuados para montarse en ellos y pegarse arrimones. El que mejor posibilidades tenía para correrle la mano por el pitón derecho fue el quinto, que no fue entendido, y el sexto también tuvo ciertas cualidades para desplazarse, aunque tampoco fue aprovechado y sin embargo, algunas gentes del tendido le aplaudieron en su arrastre.

¿Y DÓNDE ESTÁ "EL CANELO"?

"El Canelo" fue desconocido totalmente, esperemos que regrese a su línea original, la cual ya dejó patentada en la Plaza México. Ayer, definitivamente, no fue el mismo de antes, algo le sucede y ojalá pronto podamos ver al gran torero que trae por dentro. En su primero no pasó nada relevante y poco le tomaron en cuenta, ya que el novillo fue el más pequeño del encierro. Con su segundo tuvo más disposición y lo recibió de hinojos al centro del ruedo y luego cuajó dos faroles de rodillas en los tercios del anillo; bregó al novillo al paso, hacia el picador y puso banderillas decorosamente. Con la muleta poco pudo entender a su socio y alargó innecesariamente su labor. También mató al tercer toro, que pertenecía al "Espartano", mientras éste estaba siendo atendido en la enfermería por una cornada en la mano.

QUISO, PERO SE PERDIÓ

Roldán también echó rodillas a tierra para recibir a su astado de una larga cambiada y le fue aplaudido el quite. El torero quiso agradar, no obstante, no logró su cometido; sobresalió una tanda por el lado derecho, lo cual hizo ver que el astado tenía algo de donde echar mano, lástima que ya no pasó nada. Estocada y división de opiniones. En su segundo astado, Miguel inició su labor muleteril con una serie de muletazos con la diestra, bien llevada. Luego, otra vez se perdió en el océano de dudas; dejó un pinchazo, tres cuartos de espada, escuchó un aviso y terminó con el descabello. La salida al tercio nadie se la pidió.

Y PARA MALAS, SALIÓ CON CORNADA

"El Espartano" también recibió al astado de una larga cambiada de hinojos y remató con un par de verónicas. Puso banderillas sin nada relevante y al dejar puesto el tercer par, junto a tablas, el torero tropezó y cayó cerca del burladero de matadores, el novillo hizo por él y le propino una cornada en la mano derecha. "El Espartano" fue conducido a la enfermería, donde fue atendido, mientras que su astado lo mató "El Canelo". En su segundo novillo, solamente dejó una tanda con la mano derecha, pinchazo, estocada, aviso y descabello.

SEGUNDO CARTEL
Para el próximo domingo se anuncian a os novilleros Arturo Saldivar, Manolo Juárez "El Poeta" y Manolo Olivares, con astados de San Antonio de Padua

Publicado en el ESTO


EN LOS MEDIOS


MATADOR DE NOVILLOS, NOVILLERO

Por óscar Mejía




Valente Arellano, paradigma del novillero

La virgen te cuida. El novillero tiene mucho que ganar y mucho que perder.

Cuando un torero empieza a vestir de luces, de seda y oro y desempeña el oficio de lidiar y dar muerte a novillos bravos en público a la usanza española, se le dice novillero. Es una graduación. Novillo es una res que ha cumplido tres años de vida y va para cuatro.

En el proceso ésta es la etapa de maduración, es cuando se empieza a sentir la responsabilidad del público, cuando se es, joven, fuerte, audaz.

Los riesgos de la profesión se acentúan para el torero que empieza. El exceso de entusiasmo y la falta de experiencia hacen una mezcla explosiva que impulsa al artista a no satisfacerse con nada e intentarlo todo con tal de calmar la sed de expresarse que lo abrasa.

Tiene mucho que ganar el novillero: con el triunfo viene la fama, el dinero, la posición. Tiene mucho que perder: la vida.

La formación profesional para llegar a titularse matador de toros es un trabajo arduo. En los países taurinos el semillero de toreros es constante y las escuelas para aprender a torear no son muchas. En Nuestro país, más que escuelas propiamente dicho, ha habido maestros, quienes se han hecho cargo de perpetuar la técnica y ayudar a su desarrollo y perfeccionamiento.

Rodolfo Gaona con su tutor Saturnino Frutos Ojitos, que lo llevó de la mano como profesional y como persona, establecieron una línea didáctica que tuvo continuidad destacada en la persona de su compañero Samuel Solís y otro importante mentor, El Patatero. Trascendiendo en nuestros toreros en sus principios hasta estos días. Y dado apoyo al sentimiento mexicano, que es el fondo artístico transmitido a las generaciones por figuras tan importantes como Silverio Pérez, Manuel Capetillo, Jorge Aguilar el Ranchero...

La preparación de un novillero generalmente está a cargo de toreros retirados, subalternos o desde luego matadores en activo. Los principiantes se pegan a los maestros para ir formando puntos de referencia propios con lo que observan, con lo que escuchan, para en la primera oportunidad poner en práctica delante del toro lo aprendido y confirmar su validez.

Aunque los consejos y disertaciones de los toreros nutren el saber del novillero, el verdadero maestro es el toro. La técnica del toreo debe refrendarse en la práctica para dominarla. Los conceptos carecen de sentido hasta que se ensayan y se comprueban ante las reacciones de las reses bravas.

Las nociones son muy amplias aunque las bases son estrictas. Los conceptos están inmersos en lo subjetivo aunque los fundamentos no varían.
Intangibles como los terrenos, las querencias y el carácter de los toros, se integran a lo preciso, como cuadrar el capote, como salir adelante, cruzarse o enhilarse. A cuadrar el brazo y no codillear se aprende, las distancias y los terrenos se comprenden… frente al toro.
El toreo de salón propicia la mecanización de movimientos que, cuando están fundamentados, en la cara del toro se confirman, y en el encadenamiento de confirmaciones la seguridad, que evoluciona en valor sereno, va creciendo.

El valor es cualidad indispensable para el torero bisoño, carácter fuerte y decidido que lo lleve a superar el miedo. Contando con que la fuerza interior que nace del placer que se siente al pasarse un toro supera cualquier consideración de riesgo. Es más grande el gusto por torear que el miedo que se siente.

La grey novilleril ha escrito páginas brillantes, emocionantes, estrujantes en la historia del toreo. Para nombrar algunos recordemos a José Laurentino López “Joselillo”, quien por los años 40 fuera muerto en ejercicio de su profesión.

Novilleros llena plazas como Amado Ramírez El Loco, los los famosos tres mosqueteros: Manuel Capetillo, Jesús Córdoba y Rafael Rodríguez, acompañados por Paco Ortiz, Rodolfo Rodriguez "El Pana", entre otros.
El abanderado novilleril de la década de los 80 se llamó Valente Arellano, novillero por antonomasia, en quien se reunieron las más caras cualidades de valentía y carisma. Dueño de sorprendente intuición, creativo y pleno de taurina vibración.
Llenó todas las plazas del país, todas incluyendo la Monumental México, así como las expectativas de los aficionados. Apuntaba Valente muy fuerte para ser la figura de la época, hasta que a poco de recibir la alternativa en Monterrey, víctima de la velocidad en motocicleta se convirtiera en el héroe joven de la torería mexicana, al perder la vida.

Así año con año, cuando la primavera florece, cuando se les da turno a los novilleros en la plaza más grande del mundo, la esperanza brilla en cielo de los aficionados a la más bella de todas las fiestas, deseando que aparezca por esa puerta de cuadrillas el que cautive a las masas, haga suyo ese estandarte de la torería y sepa llevarlo con orgullo y dignidad hasta muy alto y perpetuar la tradición de arte, inteligencia, hombría y grandeza, que lleva en su contenido el ser torero.

Por esta vez, remato en los medios…


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