"El Ave de las Tempestades"
Por: Antonio Casanueva
El sábado anterior se cumplieron 30 años de la desaparición física de Lorenzo Garza Arrambide, quien desde los inicios de su carrera fuera bautizado como "EL AVE DE LAS TEMPESTADES" por otro singular personaje de la fiesta brava de nuestro país, el cronista periodista y apoderado Don José Jiménez Latapí, mejor conocido como "Don Dificultades", quien por cierto también falleciera durante el mes de septiembre pero, si la memoria no me falla, de hace 50 años.
Lorenzo Garza, sin duda el mas insólito de cuantos mexicanos que luciendo el terno de luces han pisado un ruedo. Su fuerte personalidad, llevó a "don Difi" a bautizarle de esa forma, debido tanto a lo apoteótico de sus triunfos como a las broncas que ocasionaba, cuando las cosas no le salían lo habían deseado.
Garza nació en Monterrey, N.L. el 14 de noviembre de 1908. Antes de abrazar tan arriesgada profesión, había desempeñado la mas amplia variedad de actividades, vistiendo por primera vez el terno de luces en Saltillo Coah. en 1929 y siendo el 3 de mayo de 1931 la fecha de su presentación en El Toreo capitalino. Luego de haber alcanzado algunos triunfos en México, viajó a España en donde permaneció los años de 1932 y 33, toreando unas 20 novilladas y tres corridas de toros, tomando la alternativa el 6 de agosto de manos de Pepe Bienvenida y testigo "Maravilla", a la que renunció al año siguiente para volver a las filas novilleriles, completando otras 15 fechas para retomar la alternativa en Aranjuez el 5 de septiembre de 1934 siendo Juan Belmonte su padrino y Marcial Lalanda el testigo. A su retorno a la patria, confirmó la alternativa en El Toreo capitalino el 25 de noviembre del mismo año con el toro “Tabaquero" de Zotoluca, siendo ahora Jesús Solórzano el padrino y por segunda vez "Maravilla" el testigo.
Al final de esa misma temporada, el 3 de febrero de 1935, Garza se consagró definitivamente ante el público de la capital mexicana, en una tarde inolvidable que me ha acompañado de por vida, dentro y fuera del ambiente taurino y las plazas de toros ya que Doña Rosita mi madre, a la sazón una joven casadera que acudía por vez primera a los toros, tuvo la oportunidad de asistir a tan feliz acontecimiento que no olvidó en toda su vida y que nos narró con lujo de detalle, en innumerables ocasiones hasta el final de su vida y con precisión matemática nos repetía cada uno de los destalles del mismo:
“Garza, quien estaba anunciado para alternar mano a mano con Albero Balderas para matar una corrida de San Mateo, en la que el primer toro Madroño, cogió a Balderas propinándole una fuerte cornada que le impidió continuar en el ruedo, ocasionando que Lorenzo se quedara con la corrida completa, lo que era una grave responsabilidad, ya que la plaza estaba llena en su totalidad para ver a Balderas, a quien por esas fechas se le llamaba "El Torero de México" .
"El público, al percatarse de la magnitud del accidente, empezó a tomar camino hacia las escaleras de la plaza, con intención de abandonarla, ya que al estar herido Balderas, la corrida perdería su principal atractivo. Fue entonces cuando Garza, decidido se encaminó hacia –Madroño- realizando la primera gran faena de esa tarde, al grado que hizo regresar a los aficionados a sus asientos, para luego continuar solo, en el mismo tenor y durante toda la corrida; realizando 6 faenas magistrales, tanto al mencionado Madroño como a sus hermanos Trianero, Barbero, Rumboso y Saladito, cortando en total 6 orejas y dos rabos, éstos a los dos últimos toros de la corrida; "Rumboso" y "Saladito" para dar en total 19 vueltas al ruedo, dos de las cuales en compañía del ganadero Don Antonio Llaguno, en medio de indescriptible delirio de los aficionados quienes los aplaudieron a rabiar, convirtiéndose a partir de ese triunfo, en un verdadero ídolo nacional.”
Lorenzo Garza, personaje de inteligencia natural comprendió cabalmente la magnitud del éxito obtenido al grado de aprovecharlo plenamente en sus siguientes actuaciones, consolidándose esa tarde para repetirlo quince días mas después, ganándose el trofeo "La Oreja de Oro" por otra sensacional faena al toro "Tabaquero" de la Laguna, cuando alternaba nada menos que con Domingo Ortega, Curro Caro y el testigo de sus alternativas Antonio García "Maravilla" , entre otros. Garza retornó esa temporada a España y ahora si, confirmó su alternativa en Madrid, el 14 de abril, en una tarde en que Manuel Jiménez "Chicuelo" le cedió al toro Cazador de Don Ramón Ortega, siendo testigo de la ceremonia, Joaquín Rodríguez "Cagancho".
Luego de una larga y fructífera carrera, de la que sin duda se podría escribir la mas fantástica de las biografías, tuvo la gran oportunidad de alternar y competir airosamente, con el llamado Monstruo Cordobés, Manuel Rodríguez "Manolete", durante el viaje de este a nuestro país y retirarse en diversas ocasiones , siendo la última en su natal Monterrey el 20 de febrero de 1966, para realizar el último paseíllo, otro dia 20, pero de Septiembre de 1978.
Si todos estos recuerdos, convertidos en emociones reprimidas al través de los años no hubieran sido suficientes, hace unas semanas, por invitación expresa de mi amigo Vicente Gutierrez acudí al domicilio de Da. Luz María Llaguno y al entrar a la estancia encontré frente a mi justo al lado de la ventana la cabeza de ese mismo "Saladito" de San Mateo, sexto de aquella inolvidable tarde del 3 de Febrero de 1935. Recuerdo que ha ocupado en esta ocasión, las páginas de Rincón Taurino.
Antonio Casanueva
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